deriva del griego y significa «dibujar con la luz». Es una expresión maravillosa para nombrar lo que realmente hacemos cuando apretamos el disparador de nuestra cámara. Un buen fotógrafo «dibuja o pinta» un cuadro con la luz, elige su mensaje y lo envuelve en un encuadre extraordinario según sus pensamientos, emociones y sentimientos, de manera que inmortaliza un momento único que no se repetirá jamás.
Os enseño todas las bases importantes para aprender y comprender el «idioma» de este oficio o mejor dicho de este arte. Con auto-disciplina y entrega, después del curso seréis capaces de crecer con vuestras propias prácticas e iréis mejorando por vuestra propia cuenta.
descubrirá un mundo nuevo en este curso. Vais a «ver fotos» donde antes ni las hubierais imaginado por que la fotografía no sirve solamente para estampar lo más real que nos rodea, sino para sorprender, para conmover, impresionar, despertar consciencia, para motivar, para soñar, para trasmitir, pero sobre todo para vivirlo y disfrutarlo plenamente.
Es algo que decide únicamente el fotógrafo, a través del uso correcto de unos pocos parámetros fácilmente dominables. Diafragma, velocidades de obturación y profundidad de campo (para mencionar algunas) ya no serán nunca más palabras extrañas, y al final del curso habréis descubierto que se esconde detrás de ellas. Y no solo eso, sino que vais a poder poner en práctica inmediatamente el nuevo conocimiento adquirido.